jueves, abril 21, 2005

Psicoanálisis

-Pues sí, doctor. La génesis de mis masturbaciones suele responder a patrones más o menos codificados -.El doctor Tapia frunció el ceño y escrutó a Kiki extrañado -.Ya sabe, de repente me quema un deseo irrefrenable o bien decido elegir un momento preciso. Entonces comienzo a acariciarme por todo el cuerpo; especialmente desde los senos a las ingles -.El doctor tosió discretamente, Kiki se giró en el diván y lo miró -.Pero lo que me aturde no es la práctica en sí sino el éxtasis.
-Explíquese, por favor.
-Verá, justo en el momento del orgasmo... Bueno, durante las últimas milésimas de segundo, me invade una súbita y efímera lucidez en la que comprendo ciertas cosas a cerca de mis relaciones interpersonales y de mis amantes. Por ejemplo, si durante la fase de excitación he pensado en una persona en concreto al final me da la sensación de captar su esencia: narcisista, orgullosa, generosa o egoísta... entre otras muchas posibilidades.
-Bien, señorita, le diré lo que pienso. Usted dice que después de un orgasmo engendrado en soledad...
-En estricta soledad no, doctor. Para mí estar conmigo misma cuando lo elijo es estar en grata compañía.
-De acuerdo. Me dice usted que después de masturbarse comprende "cosas" a cerca de sus relaciones o de sus parejas.
-¡Eso es! Es como si viese claro ciertos aspectos. Ya sabe, vagas impresiones...
-Bien. Señorita Demont, le hablaré con sinceridad. Usted lo que necesita no es un psicoanalista sino un especialista en sucesos paranormales. Así que olvidémonos de esto ¡y follemos de una vez!

2 Comments:

Blogger kikidemontparnasse said...

Ehhhh ¿Lo qué? ;-D

3:36 p. m.  
Blogger Jorge Sáinz said...

El ligre opina que la masturbación es de perdedores.

10:50 a. m.  

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