Dolor de huevos
-¿De verdad crees que Kikí está más floja últimamente? -Él le miró pensativo y asintió con la cabeza.
-Es como si estuvieras evolucionando hacia un blog donde el sexo está más implícito. No sé cómo explicarte; hacia una movida más cultural... -Ella le miraba fíjamente. Luego se metió el chupa chups en la boca y comenzó a girar el mango. Succionaba con avidez. Luego dijo:
-Voy al servicio, nene. Te espero en el tercero... -El neocrítico irrumpió en el tercer servicio tras dar unos cobardes toques a la puerta. Ella llevaba las bragas brasileñas ligadas a un corsé [perversión no apta ni para primerizos ni para torpes] de modo que se adelantó a desligarlo antes de averiguar el grado de adoctrinamiento de su amante. Mirándolo fijamente, desató las cintas de las bragas y las dejó caer al suelo. Le tomó la mano y se hizo acariciar el coño recién rasurado. Porque, a diferencia de lo que podais pensar, Kikí planea cada respuesta al milímetro. Le llevó la mano hasta que sus dedos quedaron tan húmedos como su vagina. Acto seguido apoyó el tacón de su escarpín burdeos sobre la tapa del servicio. Le metió la mano en el paquete: hinchado y caliente. Entonces le susurró:
-Ahora me lo vas a comer todo, guapo, porque si no te retuerzo los cojones! -Él se arrodilló y empezó a lamérselo. Su excitación iba a más así que se sacó la polla e hizo un amago de meneársela. Entonces ella le empujó la cabeza contra la pared a modo de represalia.
-¡Primero las señoritas! -Fue una mentira descomunal. Una vez que llegó al orgasmo le apartó y salió a los lavabos. Cuando se arreglaba frente al espejo le dijo:
-Ojito con las críticas, que se pagan caras. -Y tras acariciarle la bragueta mojada se fue.
-Es como si estuvieras evolucionando hacia un blog donde el sexo está más implícito. No sé cómo explicarte; hacia una movida más cultural... -Ella le miraba fíjamente. Luego se metió el chupa chups en la boca y comenzó a girar el mango. Succionaba con avidez. Luego dijo:
-Voy al servicio, nene. Te espero en el tercero... -El neocrítico irrumpió en el tercer servicio tras dar unos cobardes toques a la puerta. Ella llevaba las bragas brasileñas ligadas a un corsé [perversión no apta ni para primerizos ni para torpes] de modo que se adelantó a desligarlo antes de averiguar el grado de adoctrinamiento de su amante. Mirándolo fijamente, desató las cintas de las bragas y las dejó caer al suelo. Le tomó la mano y se hizo acariciar el coño recién rasurado. Porque, a diferencia de lo que podais pensar, Kikí planea cada respuesta al milímetro. Le llevó la mano hasta que sus dedos quedaron tan húmedos como su vagina. Acto seguido apoyó el tacón de su escarpín burdeos sobre la tapa del servicio. Le metió la mano en el paquete: hinchado y caliente. Entonces le susurró:
-Ahora me lo vas a comer todo, guapo, porque si no te retuerzo los cojones! -Él se arrodilló y empezó a lamérselo. Su excitación iba a más así que se sacó la polla e hizo un amago de meneársela. Entonces ella le empujó la cabeza contra la pared a modo de represalia.
-¡Primero las señoritas! -Fue una mentira descomunal. Una vez que llegó al orgasmo le apartó y salió a los lavabos. Cuando se arreglaba frente al espejo le dijo:
-Ojito con las críticas, que se pagan caras. -Y tras acariciarle la bragueta mojada se fue.
4 Comments:
Glub, he captado la indirecta...
La segunda parte sería esta:
Justo cuando kiki se disponía a salir hacia el lavabo, él la miró como embobado... pero lo entendió de inmediato. Bastaron tres segundos para que sujetara el pomo de la puerta con una mano y deslizara la otra, de nuevo, por la entrepierna aún húmeda de la saciada Kiki.
Le dio la vuelta con un solo gesto, y con un solo gesto la despojó del corsé y de las bragas brasileñas al mismo tiempo.
Por supuesto, no la folló. No se lo merecía. La agarró del pelo, suave pero firmemente, y obligó a que su cabeza bajara hasta que la boca de Kiki estuvo a la misma altura de su polla, caliente, dura y brillante.
Pensó por un momento que podría morderle. Y la miró. Hay segundos que parecen eternos y eternidades que pasan en un solo segundo... Ella comprendió y empezó a lamerle despacio, como sabía que le gustaba. Él no soltaba el pelo, y movía la cabeza de kiki al compás de su deseo en aumento.
Siguió así hasta inundarla por completo. Su esperma caliente chorreó por sus labios y su cuello. Ella pidió más, se había vuelto a excitar como una perra. Él se agachó despacio, olió su sexo y lo probó de nuevo... Estaba rasurado, sí, pero una matita de vello despuntaba en el pubis, sobre la vulva entreabierta y de nuevo húmeda.
Kiki suspiró primero y dio un ligero grito después, justo cuando él le arrancó esos pocos pelos de un solo y certero bocado.
Se puso lentamente en pie al tiempo que hurgaba en el bolsillo de su pantalón. Sacó un librillo de papel de fumar , extrajo uno y allí escupió los pelos salados de kiki, que le miraba con incredulidad.
El resto lo imaginais. Se lió un pitillo de pelos de coño, la miró a los ojos mientras lo encendía y salió del baño al tiempo que daba una profunda chupada...
Ella se quedó allí, ahora sí, completamente rasurada.
No se juega con el Desmitificador
Me alegra provocar reacciones tan apasionadas! Tú y yo lo sabíamos. Soy un crack ;-)
Cuanto faroleo chulesco en las sombras virtuales. Habría que veros, que se os ve, con los naipes sobre el tapete verde y real...
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