jueves, mayo 05, 2005

Celebración

Recuerda Kiki la discusión que tuvo con unos clientes en la brasserie de Montmartre. De acuerdo con la rutina parisina era un día nublado y el cielo pesaba sobre las cabezas de los viandantes, gris como una losa. Se acuerda porque en aquella ocasión Monsieur Martin, conocido también como "Monsieur Pelic" por la desmesurada papada que descansaba sobre su pecho, se indignó cuando ella le llamó baboso. A Monsieur Pelic le sentó tan mal que solicitó al jefe de Kiki que la despidiera. Y ya se sabe que el cliente siempre tiene la razón; así que Kiki salió aquella tarde de "Chez Minot" y no volvió más.
Cuando Kiki llegó a casa, lo primero que hizo fue llamar a su amigo más íntimo. Estuvieron hablando durante unos minutos y luego ella lo invitó a cenar a su casa.
Hacia las 20:10 él le ofrecía su torso desnudo como abrigo del mundo exterior. Ella se abrazó a él y le acercó el cuello invitándole a que se lo besara. La amó con dedicación absoluta. Después, ella se acercó a la ventana y pregunto:
-Tesò, ¿ma dov'è la luna?
-Ahora te la busco -replicó él.