viernes, diciembre 01, 2006

Miss Espuelas

Hay canciones que me disparan para hacer virguerías. Recurro a ellas como el colgao a la metadona. Vamos, que me salvan en períodos de abstinencia. Me pregunto si no vivo en un mundo paralelo. Ni los hombres ni las mujeres que me gustan llegan a obsesionarme porque cuando noto que la presencia de alguien me derrite, me lo llevo a mis momentos de cama y me autorizo a masturbarme tantas veces como me apetezca. Ya ves, soy de fácil conformidad. Me bastan simples procesos mentales y una mano rápida cual pistolero. En mi caso llevar botas de cowboy no es fortuito.

2 Comments:

Blogger Unknown said...

quizas es el comentario que menos te esperas pero te sigo también desde las montañas e come sempre non mi picciono certe cose, ma non mi posso permettere di essere geloso a tanti kilometri di distanza. Saludo esta señorita tan descarada que este pueblo adonde vivo no entenderian mucho...un abrazo

4:31 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Algún día espero oír un análisis profundo de por qué a los hombres nos gustan tanto las vaqueras. Los jeans ceñidos y las botas con taconazo se merecen un detenido análisis sociológico, así como los escotes de mesonera teutona, la amplia gama de flequillos(capaces de volver atractiva a una chica vulgar) y tantos otras cuentas de nuestro rosario de fetichismos.
Prueba suprema de que el hombre se fabrica su propio espacio natural, para que se jodan obispos y demás fauna. Seguro que después del primer polvo, Adán sólo se follaba a Eva cuando ésta se fabricó una minifalda con hojas de parra.
Un abrazo.

8:24 p. m.  

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