domingo, enero 27, 2008

- - - - - - - - En blanco y negro

Kikí también existe en blanco y negro. Días tristes en los que ella y su mirada quedan encerradas en un cómic de viñetas grises. ¿Que en qué piensa? No lo hace. Es su forma de meditar. Sombría, te declara Guerra Fría en cada una de sus respuestas. Se vuelve corrosiva. Un muro hasta la estratosfera le impide decirte que sólo será un bache momentáneo. Es una manera de automutilarse y arrasar con todo. De huir y omitir respuestas obscenas. Energía cero y veneno en el cargador. Fuego a discreción. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Y al tercer arañazo la tomas por los codos y ella dobla su cuello para mirarte amenazante, casi con desprecio. Te pone que sea tan peleona. Así que no tienes más remedio que besarla en la boca. En eso, ella te lleva ventaja. Y mientras lo hace, aún no del todo sumisa, te pega un muerdo en el labio que tú la apartas de ti bebiendo sangre. Entonces piensas en Tyson y Holyfield, cuando no eras más que un mocoso. Y te da por reír. Porque ella también lo es. Mocosa y consentida, ¡qué se le va a hacer! Y llegas a la conclusión que mejor te vas. Pero entonces ella vuelve contra ti y se cuelga de tu cuello al tiempo que suspira: ¡Dume'! Y tú, aturdido: ¡Filume'!

1 Comments:

Blogger r.p said...

Nada como una buena discusión o un enfado para reactivar una relación, además es una buena forma de subir la excitación…, puede acabar siendo un ritual de apareamiento jeje, es física humana, lo malo es que crea habito y luego cuando te aburres; pues a discutir, así durante años y años…

2:29 p. m.  

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