lunes, febrero 21, 2005

¿Francés en estos días?

On a fait la grasse matinée- Quisiera haberle dicho, sólo que estaba exhausta después de mi despertar multiorgásmico. De haberme pillado hace diez años me habría tumbado junto a mi amante; los cuerpos sudorosos sobre las sábanas del combate, toda tierna y melosa. Pero tratándose de ayer, de vuelta de algunas cosas, alcancé un cigarrillo y me lo llevé a la boca. Quien había sido mi enemigo hace sólo un rato yacía como inerte a mi lado...
De todas formas -pensé- no me entendendería. ¿Quien habla francés en estos días?- Miré su cuerpo tostado y di la primera calada. Entonces me acordé del póster que colgaba en una de las cuatro paredes de mi estudio en París: una Marilyn con los ojos entreabiertos o entrecerrados, como se prefiera, y la boca jugosa. Su boca también lo era. Pero eso no importaba. De hecho, "pocas cosas importan realmente". Eso decía monsieur Dupont, un borracho que frecuentaba la brasería donde trabajé dos meses, antes de que me echaran.
Pensando en él, me levanté, apagué el cigarrillo y empecé a buscar mis bragas brasileñas entre las sábanas. No quería despertar a mi compañero de cama, así que lo hice sigilosamente, casi con pudor. Me vestí rápidamente y salí del apartamento.