jueves, junio 26, 2008

Proclama

Una vez conocí a un hombre que hizo un álbum de fotos de sus amigos. El proyecto consistía en retratarles con una pancarta en la que escribían su palabra clave, que podía ser 'frustración', 'yo', 'depende' o cualquier otra con la que se identificaran en ese preciso instante. La mía, aquí y ahora, sería 'perra-K'. Actualmente hay dos cosas que me sulibellan y logran abstraerme de mis pensamientos en cuanto las percibo. La primera –y más evidente- son los antebrazos bien formados de los hombres que suben al metro. Y la segunda –que cada vez me pone más- son las interpretaciones que me hacen notar algo a priori inexistente. Tipo: “Lo postmoderno sería aquello que alega lo impresentable en lo moderno” (Jean-François Lyotard). Dicho esto y como hija de una generación que ha mamado de los altavoces del hip hop, sólo me resta parafrasear a Poncela en Martín Hache y proclamar que, también en verano, aquí y ahora, hay que follarse a las mentes. Hemos de follarnos, también entre nosotros.

sábado, junio 21, 2008

Rollo

Me aproximo a ti sin hablar pero en mis ojos encuentras eso que no digo. Mirándote, entiendo que entiendes. No puedo permanecer demasiado tiempo frente a ti sin que el deseo aflore en mi boca. Nada de palabras. Cuando la música que nos engulle tiene los decibelios de mi pecho, nada de lo que pudiera decir sería relevante. Me gusta que me envuelvas con uno de tus brazos mientras esperas mi siguiente reacción. A los dos nos excita saber que sucederá y que estamos cada vez más cerca. Los científicos deberían estudiar si segregamos más hormonas inmediatamente-antes o durante. Y yo debería regalarme una de estas cada fin de semana. Solo que sólo me atraes tú y creo que reincidir podría ser adictivo.
-----------------------
Percibo que frente a ti me siento bien. Y no tengo ninguna prisa. Me miras con ese brillo que delata una actitud desafiante, como preguntándome cuál será mi siguiente movimiento. Lo voy a hacer despacio –pienso-, para que no se te olvide. Mi mano viaja hasta encima de tu mano, los ojos clavados en los tuyos. Me gusta reconocer tus venas y tus dedos y te lo digo con una sonrisa. La conduzco hasta el final de mi espalda esperando que se te pierda. Siento que no resisto mucho más. Te atas a mis ojos como si no entendieras que no soy yo quien los ha inventado. Aprovecho tu incredulidad para tomarte la nuca y acercarte a mi respiración. Me encaramo ese poco que me hace falta para alcanzar tu boca con mi boca y te saboreo. Me gusta y quiero más. Abro mis manos para no perderme un milímetro de tu espalda. De tu cintura. De tu culo. De tu pecho. De tu paquete. De tu cabeza. Mi cerebro recibe una metralla de informaciones. Todas placenteras. Podría estar así toda la noche y tú te cansarías. Mejor parar. No puedo ir más allá sin el conforto de las palabras; defecto de fabricación. Sin la empatía entre tu mente y la mía puedo hacer sexo pero sé que me dejaría dolores crónicos. Y no sólo de cabeza. Besarte, amarte sin sentirme violentada, volvería a hacerlo… Quizá el próximo finde.

sábado, junio 14, 2008

La teoría del garbanzo

Natxo tiene 28 años, un perro y una teoría. "Si por cada polvo que echas en el primer año de una relación metes un garbanzo en un bote y a partir de entonces sacas un garbanzo por cada polvo que echas con esa pareja, jamás lograrás vaciar el bote". Conclusión: la experiencia es un grado, pese a los 28, y la rutina está muy vista para cualquiera.